La desconexión
A veces, necesitamos desconectarnos de todos y de todo, para volver, a nosotros.
Retomar nuestro hilo.
A principios de año, tuve la fortuna, de sentirme desconectada, desintoxicada de todo y todos.
Para ello, me aparte en una especie de aislamiento, en el cual solo escuchaba mi voz. Mi voz interna.
Desde ese lugar de profunda calma, observe...
Mi observación coincidió con el adiós al 2024.
Decidí obviar cualquier celebración y acostarme pronto, para poder ver el amanecer del año nuevo.
Nunca había caído en el silencio del 1 de enero.
Posiblemente uno de los días mas silenciosos del año.
Y reflexione, seré la única que ha decidido mantenerse al margen, de la corriente?
Y seguí reflexionando....
Cuánta individualidad la corriente de la sociedad, nos arrebata....
Me sentí en esos momentos manejada, sutilmente manejada...
Y recordé, que este pensamiento era muy antiguo en mi, a los 19 años. Lo tenia claro.
Pero en algún momento a finales de los veinte, lo aparte y sucumbí al curso que la sociedad, imprime.
Tuve claro en ese amanecer del día 1, que quería vivir mi vida.
No que la vida me continuará viviendo a mi.
Como era consciente que desde hacia mucho, estaba haciendo.
A la vez también estaba consciente, de que el propósito era difícil, delicado
Y, con un alto precio a pagar.
Pero no me importó, no me importa.
Solamente estando muy en el ahora, y con la mente desintoxicada de imputs, podrás conectar con tu Yo.
Escuchar a tu Yo, sus necesidades...
Sus molestias, sus incomodidades, sus cargas, sus ilusiones...
Reconectarte con ese Yo, que cada día que pasa, pierdes.
Ese fue mi único propósito para este año.
Volver a ser yo.
Retomar ese Yo libre, que un día vendí.
No consentir que nuevamente la sociedad, lo engullera.
Mantenerme firme, en que cada día es un regalo y que los regalos, también se agotan.
Y darme el valor en todos los sentidos, para encaminarme hacia el lugar, que el momento, me antoje.
Esta es una reflexión, que hacia muy bien a los 20, pero que desgraciadamente olvide a los 30 y 40...
En este momento, soló poseo lo que mis ojos alcanzan a ver. Esta es la realidad.
El resto es deseable, imaginable. Pero en el momento, no es real.
Y de eso se trata...
De que los momentos que tu mirada alcance, estén repletos de qué eres y quieres, tú. Ahora.
Construyamos nosotros el ahora, cada uno en su medida y circunstancias, pero sin permitir que la sociedad lo haga por nosotros.
Qué cada día que la vida nos reste, lo recordemos por lo sentido, aprendido y vivido.
Soy consciente de que no es fácil.
Pero pregúntate a quién beneficia, ser corriente de la sociedad.
Si has llegado hasta aquí y tienes alguna duda o crees que te puedo ayuda, no dudes en escribirme.
Tse Amargant
tseamargant.com
Consultora en ;
Gestalt, Coach Ejecutivo, Astrología Psicológica